Tras un aterrizaje de emergencia gracias al cual salvan la vida un centenar de pasajeros, el capitán Whip Whitaker (Denzel Washington), que pilotaba el avión, es agasajado como un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se descubre que, probablemente, fue precisamente el piloto quien puso en peligro la vida de los pasajeros debido a su alcoholismo.