La obra comienza con una fuerte tormenta provocada por sus artes mágicas cuando adivina que su hermano, Antonio, viaja en un buque cerca de la isla en la que se encuentra. En ella, Próspera cuenta con la compañía de su hija Miranda. Próspera entra en contacto con seres invisibles como Ariel, intermediarios entre los dioses y los hombres. Con su ayuda, desde el caos y la locura Próspera tejerá un encantamiento que le permitirá iniciar su venganza.